domingo, 6 de septiembre de 2015

Podencos felices: Blanca

María Eugenia se encontraba de viaje con motivo de la boda de su sobrina y aún así sintió la llamada de Blanca, una podenquita en apuros. Recién recogida de una cuneta por la protectora de Nucia, la perrita estaba en los huesos y decían que con mucho miedo. Al instante se puso en contacto con la presidenta de la asociación ofreciéndose como casa de acogida, aunque evidentemente tuvo que esperar 3 días para llegar a casa y poder recibirla.

Efectivamente, el estado en que se encontraba era lamentable: se trataba de un saquito de huesos aterrorizado que nada más llegar a casa se acurrucó en un riconcito de la casa, con el rabito entre las piernas. Si alguien se acercaba a ella, ésta bajaba la cabeza hasta el suelo. Así estuvo unos tres o cuatro días, hasta que fue abandonando aquel rinconcito para ir explorando un poco la casa y después volver a él.

Con los cuidados necesarios y mucha paciencia, bastó una semana para que Blanca consiguiera ganar la sufienciente confianza para abandonar definitivamente aquel lugar en el que se sentía segura, al tiempo que le iba robando el corazón a su familia de acogida, que decidió adoptarla defnitivamente.

De eso acaba de hacer tan sólo un mes.

Y en este tiempo los avances de Blanca han sido realmente impresionantes: hoy es una perra feliz y juguetona de alrededor de 3 años. Ha recuperado el peso que debía, aunque debe ganar algo de musculatura. Por lo demás es una perrita completamente sana, a pesar de haber tenido cachorros a una edad tan teprana.

 Observa el antes y el después. Sólo hay un mes de diferencia entre ambas.

En casa está completamente integrada. Cada día acepta mejor a los extraños y las malas lenguas aseguran que ha desarrollado cierto complejo de urraca ¡¡Y es que le encanta robar todo lo que encuentra a su paso!! Cojines, juguetes, la colcha de la cama y hasta el móvil si le dejan: lo coge todo y lo saca al jardín. Además es rápida y sigilosa, por lo que resulta complicado pillarla 'in fraganti'. "Corre como un gamo y salta como un canguro", asegura María Eugenia.

Además Blanca ha encontrado en la familia un miembro al que le une una relación especial. Se llama Costa y también tiene un triste pasado. Para ellas, amanece a las 5 de la mañana, con la primera comida de Blanca (que al llegar tenía que hacer 5 tomas para recuperar peso). Entonces empieza el juego para ellas y termina el descanso para los humanos.


Nuestra podenca ibicenca va conquistado cada día nuevos territorios: primero fue su cama, después la de los humanos y, por último, el sofá.


Esperamos que con ellos vaya superando también los miedos y traumas del pasado. Salir a la calle aún es un infierno para ella y deberán trabajar mucho en ello, pero estamos seguros de que lo conseguirá muy pronto. De hecho, ya va dando sus primeros pasos, con cautela y mucho miedo, pero con firmeza.

Te deseamos todo lo mejor, Blanca. Ya eres una podenca feliz.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Anulan una multa por llevar al perro suelto por no tener espacio para que corran

El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Jaén ha anulado la multa de 75 euros que la Policía Local le puso a un joven de Jaén que el 27 de junio de 2013, a las dos de la tarde y cuando no había nadie más en el Parque de la Alameda, soltó a su perra para que se diera unas carreras. 


En su sentencia, el magistrado Jesús Romero recuerda al Ayuntamiento que «está incumpliendo su obligación de habilitar en los parques y jardines públicos lugares debidamente señalizados tanto para el paseo como para el esparcimiento de los animales, y en consecuencia no debe poner sanciones hasta tanto habilite los espacios adecuados para tal fin».


Puedes leer la noticia original, en su fuente de procedencia.

martes, 1 de septiembre de 2015

Canismo

El 'Canismo' puede ser considerado como un nuevo movimiento artístico en el que son los perros quienes crean sus propias pinturas o bien como una forma original de formentar la ayuda y adopción de estos animales que esperan su oportunidad en los albergues.


El mecanismo es simple: se cubre el pelaje de cada perro con una mezcla inocua para ellos, compuesta por almidón y colorante alimenticio, y se espera a que agiten su cuerpo. Como resultado se produce una explosión de color en la que miles de gotas de color van a estrellarse a un lienzo, originándose así una obra de arte única e irrepetible.

La iniciativa nació en Brasil como resultado de una reunión de creativos del lugar en la que se buscaba una manera de hacer arte que beneficiase a la comunidad. Y se pensó en el abandono animal y la dificultad de darles un hogar. Fue esta su manera de hacer que se le prestara más atención, especialmente por parte de los medios de comunicación.


A día de hoy podemos decir que todos los perros que en su día aprecieron en el vídeo han sido felizmente adoptados y que con sus obras, que aún continuan a la venta, se han realizado incluso exposiciones.

El movimiento cuenta incluso con una página web oficial (en inglés) en la que es posible adquirir algunas pinturas, destinando todos los beneficios a mejorar los refugios de estos animales y a lanzar más campañas para fomentar la adopción de perros y gatos.

domingo, 30 de agosto de 2015

Podencos Felices: Tai

Ana Rosa tenía hace años una perrita que rescató de la calle con dos años. La que entonces se llamaría Laika, llegó sucia, con el pelo quemado y una conjuntivitis tan aguda que ocultaban su auténtica belleza, por la que meses después, cuando estaba completamente recuperada, pasaría a ser rebautiza como ‘Pibón’.


Inesperadamente, aquel bellezón murió 7 años después a consecuencia de un cáncer de páncreas. En ese mismo momento, a pesar de la enorme carga emocional y de tener que escuchar que era demasiado pronto para hacerlo, inició los trámites para sacar del infierno de la perrera a la que acabaría convirtiéndose en su nueva compañera.

No pretendía sustituir a la primera ni era deslealtad hacia ella (tardó 6 meses en poder ver una foto suya sin que le diera un ataque de ansiedad y llegó a perder 4 kilos en una semana de pura tristeza) sino que se trataba de una decisión meditada que siempre había tenido presente. 

Ana Rosa llegó a la perrera de Cantoblanco (Madrid) con las ideas muy claras sobre lo que buscaba: una hembra de alrededor de dos años de tamaño pequeño, ya que ella viajaba mucho en avión y quería llevarla siempre con ella, en un transportín y no en la bodega. 

Dio una vuelta por el lugar observando que todos eran demasiado grandes para poder adoptarlos. Así que cuando se dirigía hacia la salida con el alma hecha pedazos, apareció un chico con un torbellino de orejas enormes que tiraba con fuerza hacia ella. Ana Rosa se agachó, la perrita se acercó, y ella le preguntó: “¿Tú te llamas Tai?”. La respuesta de nuestra podenquita fue clara e inequívoca: le comió toda la cara a besos. 

Así fue como Ana Rosa eligió a Tai ¿O deberíamos decir que fue Tai la que escogió a Ana Rosa? El caso es que aquella reacción hizo que la perrita, que estaba a punto de ser puesta en adopción después de pasar en aquel lugar el plazo de 10 días por si alguien la reclama, recibiera el mejor regalo del mundo: un nombre. Un nombre que además hacía honor a uno de los primeros perros que tuvo la familia de Ana y la adoptó nada más nacer como cachorro de la manada, aportándole mucho más de lo que nadie podría comprender. 

Corría el año 2006. Concretamente, el 11 de enero. Tai y Ana Rosa salían juntas de la perrera y fueron a conocer a su veterinario. Al fin tenía lo que buscaba, una hembrita no muy grande de alrededor de dos años… ¿O tal vez no? 

Nada más llegar a casa con ella se dieron cuenta de que se trataba de una perra curiosísima que no quería perder detalle de todo lo que pasó alrededor. La pobre traía tanta hambre que no dudaba en comerse con una facilidad pasmosa todo aquello que conservara el olor de algún alimento, incluidos los papeles de unos caramelos que vomitó a la mañana siguiente de su llegada. 

En visitas posteriores al veterinario, Ana Rosa fue descubriendo la realidad sobre el pasado de Tai. Para empezar, no tenía 2 años. De hecho, no había pasado ni su primer celo: era aún una cachorrona. Una cachorrona que desgraciadamente ya sabía lo que era el abandono más ruín y miserable: destetada demasiado pronto, malnutrida y descalcificada. Todo parecía indicar que la pequeña había pasado su corta vida atada, sin ver la luz del día.

A partir de ahí tuvieron que tomar mucho el sol juntas para que la peque fijara el calcio en sus huesos y dar paseos que se iban alargando poco a poco porque la pobre se cansaba rápido a consecuencia del dolor que sentía en el cuerpo. La recuperación fue lenta y progresiva, pero con los cuidados adecuados consiguieron que su recuperación física resultara más que satisfactoria, quedándole como única secuela algunos problemas de estómago que se solucionan rápidamente aplicando los remedios adecuados. 

Como es de esperar, el carácter de Tai es incomparable al que tenía Pibón: es nerviosa, juguetona y tiene mucho genio. Tanto es así que en menos de una semana de su llegada a su nuevo hogar ya se había comido la anea de unas butaquillas de 1890 ¡sobrevivieron una guerra civil pero no la presencia de un podenco revoltoso! 

Y a pesar de todo, a sus 10 añitos recién cumplidos, Tai continua siendo la alegría de la casa. Un ciclón de energía que llegó con fuerza para quedarse y entablar una relación tan especial con Ana Rosa que hace que vayan juntas a todas partes y pocas veces se separen, aunque eso suponga tener que llevársela cuando sale a comer fuera de casa o a tomar un simple café.

Tai es tan feliz que es fácil verla mover el rabillo a todas horas. Y esperamos que así sea por muchos años más, jugando con la pelota, disfrutando de esos largos paseos que tanto le gustan y recibiendo los mimos que reclama a menudo.

viernes, 28 de agosto de 2015

Austria crea mercados sociales para productos de animales

En estos tiempos de crisis y austeridad en los que para la mayoría de la gente tener una mascota se ha convertido en un lujo reconforta un poco leer sobre iniciativas solidarias para con los animales, aunque estas procedan de países lejanos. Supongo que, en el fondo de nuestro alma, mantenemos la esperanza de que algún día lleguén aquí.

En 2008 Austria lanzaba los mercados sociales. Estos vienen a ser una serie de supermercados que se nutren de donaciones de empresas y ofrecen comida a precios rebajados para clientes con bajos ingresos. Dado el éxito de la iniciativa, el país abrió en 2013 el camino a un concepto similar dedicado a las mascotas.

'Clicka' sobre la imagen para acceder a la página web (en alemán).

Así, el proyecto que lleva por nombre 'Futterbox' (caja de alimentos) recibie donaciones en forma de alimentos o dinero para contribuir a hacer frente a los gastos que significa tener un animal de compañía, debiendo cumplir una serie de requisitos los posibles destinatarios de la ayuda: poseer unos ingresos inferiores a 880 euros al mes y un máximo de 4 mascotas por hogar (teniéndolas antes de solicitar la ayuda).

Como decía al comienzo, una iniciativa que vendría genial en aquellos países que la crisis ha mermado notablemente nuestros ingresos y en los que son desgraciadaente nuestras mascotas las primeras en sufrir las consecuencias, al no poder hacer frente a los gastos derivados de su cuidado y alimentación.

¿Lo veremos algún día?

miércoles, 19 de agosto de 2015

Podencos felices: Chico

Chico tuvo un comienzo demasiado turbio, como desgraciadamente lo tuvieron la mayoría de nuestros podencos. Sus primeros días los pasó conviviendo en la calle con otros perros, buscándose la vida y alimentándose de lo poco que le facilitaban algunas personas con un mínimo de empatía hacia ellos. Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero es muy fácil imaginar que fue algún cazador quien lo abandonó a su suerte.

Chico sobreviviendo en la calle.

Así pasó varios meses hasta que, inesperadamente, los operarios de la perrera aparecieron un día por la zona llevándose a sus compañeros de fatigas. Sin embargo, nuestro Chico logró escapar de ellos gracias a la velocidad que les caracteriza. 

Su ingenuidad no tardó en llevarle de nuevo a aquel lugar que él consideraba su hogar, en busca del poco cariño y comida que recibía de vez en cuando. Desgraciadamente, lejos de encontrar sustento se topó de nuevo con los trabajadores de la perrera, que esta vez si pudieron hacerse con él.

Dadas sus características se trataba de un firme candidato para ser eutanasiado: presentaba un profundo trauma por maltrato y le faltaba parte del labio por culpa de alguna mala experiencia de cuando era aún un cachorro. Para colmo de males, se trataba de un podenco. Un perro de caza que no sirve para vivir en familia.

Paradójicamente es aquí donde su destino empiezó a cambiar. Y es que aquellas personas que un día cuidaron y alimentaron a Chico en la calle se apiadaron de él y contactaron con la APAF, una protectora de la zona que consiguió rescatarle 'in extremis'.

Es en este punto de la historia cuando aparece Juan, convirtiéndose en su casa de acogida y al mismo tiempo, en su ángel de guarda. Parece mentira que hayan pasado dos años de aquello.

Puede que Chico no fuera el podenco más guapo del mundo, pero si era el más cariñoso, dulce y noble. Con su mirada reclamaba afecto y atención. Tanto, que no dudaba en echarse a los brazos de aquel que le regalara una caricia.


Los primeros momentos junto a él fueron los más complicados. Durante la primera semana pasó gran parte del tiempo detrás de la puerta de la vivienda familiar, escodiendose del mundo. Incluso a veces parecía tener la intención de querer abrirla para salir huyendo de allí. Pero pronto empezó a sentirse como uno más de la familia y a comprender que también hay personas buenas que no usaban las manos para golpearle sino para acariciarle.

7 meses después pasó a convertirse en un miembro definitivo de la familia.

De su pasado le queda el recuerdo de la calle: sus paseos son todavía demasiado tensos y él no puede evitar salir nervioso, jadeando y lamentándose, pero al llegar a casa se relaja y vuelve a verse de nuevo ese podenco equilibrado que habita en él y esperamos que pueda permanecer siempre en él  a medida que, con el tiempo y el cariños y tesón de su familia, vayan desapareciendo esos pequeños traumas que aún le quedan.



Hoy podemos decir que Chico es un podenco feliz que aprovecha al máximo esa segunda oportunidad que la vida le ha brindado, disfrutando de cada momento, aparcando los miedos y temores y jugando como sólo los podencos saben (y deberían) hacerlo.

viernes, 14 de agosto de 2015

Adopta (o acoge) un podenco: Goofy


La historia de Goofy es por desgracia demasiado similar a la de tantos otros podencos anónimos. Posiblemente abandonado al poco de nacer, fruto de alguna camada indeseada, creció buscándose la vida por las calles de Chiclana.

Afortunadamente alguien incapaz de mirar hacia otro lado, lanzó una llamada de auxilio al encontrarse a un pequeño podenco vagando por este pueblo gaditano. Y es que su vida corría serio peligro ante la terrible impasividad de la mayoría.

Tuvieron que pasar varias semanas para que el pequeño fuera al fin rescatado. A pesar de que nadie le quería, Elena le dió un nombre y consiguió que el animal fuera atendido por un veterinario. Pero aún le quedaría mucho camino por recorrer y varios cambios que afrontar.

Antes de llegar a su actual casa de acogia, este pequeño tuvo que pasar por tres residencias distintas. Ahora convive felizmente con más perros, con los que por cierto se lleva fenomenal, llegando a convertirse en un perro educado y muy, muy cariñoso. Su único problema es que continua siendo invisble a ojos de la mayoría de la gente.


Se entregaría chipado, desparasitado, vacunado y con contrato de adopción. Este bombón busca adopción definitiva en cualquier parte de España o acogida en Madrid, donde se pagarían todos  los gastos del animal.

¿De verdad nadie va a fijarse en esa mirada?
Contacto: Elena - 606 05 09 57